#hoysupe la historia detrás del Día de la Mujer.
Todo empezó una madrugada fría de 1857, ni siquiera ha salido el sol. No quieres que salga. Pero tienes que despertarte para ir a trabajar. Cuando abres los ojos ves que tu mamá ya está a punto de irse. Sabes que está cansada, anoche casi no durmió. La escuchaste llorar. Has sufrido su llanto todas las noches anteriores. Te pesa porque sabes que es por ti y por lo que no puede hacer por ti.
No tienes papá, pero tienes dos hermanos más pequeños. En total son cuatro bocas que alimentar y muchas necesidades básicas que cubrir, así que todos trabajan, sobre todo tu mamá. De madrugada a madrugada trabaja para ustedes. Son su motivación y su deber. Agotada, tu mamá sabe que no es suficiente y lo sigue intentando.
Pero así es la vida de la mayoría de las mujeres. Trabajan más de lo humanamente posible y ganan menos de la mitad que un hombre. Tu mamá, tus tías y todas las mujeres que conoces, están hartas. Su cuerpo y su ánimo no pueden más.
Todas tienen necesidades, tienen derechos y nadie dice nada.
Hasta hoy.
Así que se ponen de acuerdo y comienzan las huelgas.
Reclaman los salarios bajos y las condiciones en que trabajan.
La idea nace como una semilla que germinará en muchos otros lados a lo largo del tiempo.
Cada vez son más y el 8 de Marzo de 1908 quince mil mujeres marchan por las calles de Nueva York, exigiendo con el corazón en la mano un recorte de horario laboral y mejor salario.
Se organizan bajo lemas como “Mujeres del mundo únanse” y “Pan y rosas”, el pan simbolizando seguridad económica y las rosas una mejor calidad de vida.
La lucha está lejos de terminar.
Pero cada gota puede derramar el vaso.
Ocurre un incendio el 25 de marzo de 1911. Fallecen más de 100 mujeres, en su mayoría inmigrantes europeas que trabajaban en condiciones terribles. Entre llamas, mueren lentamente debido a que cerraron las puertas para que no se robaran nada. Dijeron.
El mundo reacciona.
El mundo cambia.
Se comienzan a igualar las oportunidades y los beneficios, poco a poco.
Pero aún falta camino por recorrer.
El mundo necesita reaccionar con más determinación.
El mundo necesita cambiar más rápido.
Aún hay demasiadas oportunidades y beneficios por igualar.
Hoy, 8 de marzo, lo recordamos y conmemoramos el inicio de este camino.
Nunca más la desigualdad y la injusticia.