Hoy se cumplen 66 años desde que las mujeres de nuestro país participaron en las votaciones federales por primera vez, gracias a que dos años antes se reformó la Constitución y otorgó a las mujeres el derecho de votar y ser votadas. 

Detrás de este evento se encierra una lucha de siglos en las que las mujeres se han dedicado a pugnar por una sociedad participativa y equitativa, donde la mujer acceda a los mismos derechos y oportunidades que los hombres. El sufragio femenino significó el reconocimiento a la igualdad en la participación política.  

Así tras conquistar este derecho, se veían reivindicadas las luchas que de manera individual hicieron destacadas mujeres en la historia de México, mujeres que fueron repudiadas, olvidadas y hasta borradas de la historia y de las que seguramente no tenemos conocimiento.  

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PRIMEROS PASOS 

Durante la Revolución mexicana, la incorporación de las mujeres fue importante; las mujeres se convirtieron en adelitas, enfermeras, cocineras, luchaban en el frente y muchas de ellas se dedicaron a difundir la idea de una revolución. Tradicionalmente, se hizo creer que las mujeres que participaron lo hicieron para ayudar a sus hijos y esposos, que su lucha era callada y desinteresada, pero es muy probable que ellas hayan sentido que su situación mejoraría en el momento que las cosas cambiaran en el país. Hermila Galindo, secretaria particular de Venustiano Carranza, le envía un escrito en el que le solicitó los derechos políticos para las mujeres.

Sin embargo, al redactarse la constitución de 1917, encontramos que, sin mucha discusión al respecto, se les niega a las mujeres tales derechos; pues temían que, con el avance de la civilización, las mujeres se interesarían por asuntos ajenos a sus hogares y sus familias y los abandonaran, y como medida preventiva había que mantenerlas fuera de los asuntos democráticos. Hermila Galindo conociendo todas estas peticiones y demandas de parte del sector femenino de la población, decide postularse como candidata a diputada en 1918 y a pesar de que se dijo que había obtenido la mayoría de los votos, el Colegio Electoral no se lo reconoció.  

Así que, definitivamente la Revolución fue el suceso histórico más importante para que se diera a conocer este cambio en los derechos de las mujeres y su participación en la política de nuestro país.  

EN BUSCA DE UNA VOZ  

Antes de la revolución, en pleno Porfiriato, empezaron a surgir en el país más publicaciones femeninas en pro de la lucha de las mujeres, por sus derechos de votación y decisión en México.  

Se tiene como testigo de estas publicaciones a la primera revista femenina, escrita solamente por mujeres que demandaban el sufragio femenino; Las Violetas del Anáhuac, fundada y dirigida por Laureana Wright Gonzáles, impulsora mexicana en busca de la igualdad entre hombres y mujeres durante la Revolución.  

La revista publica un artículo reclamando este derecho, y a partir de ahí se esparció la idea del sufragio femenino, gracias a esto, se empezaron a formar agrupaciones en pro a este derecho, como, Las hijas de Cuauhtémoc.  

De estas revistas y agrupaciones nacieron otros periódicos donde las mujeres mexicanas siguieron expresando su voz e intercambiando ideas a favor de la igualdad. 

IMPULSO DE 50 MIL MUJERES 

Para 1923, la Sección Mexicana de la liga Panamericana de Mujeres, convoca el Primer Congreso Nacional Feminista, dónde demandaban: la igualdad civil, para que así la mujer pudiera ser candidata a cargos administrativos y emitir sufragio, este evento marca la cuestión del sufragio femenino como parte de la agenda de los partidos políticos.  

En 1935 queda formalmente constituido el Frente único Pro-Derechos de la Mujer (FUPDM), constituido por 50 mil mujeres afiliadas, mujeres de diferentes profesiones y tendencias: intelectuales, profesionistas, maestras, obreras, mujeres de diversos sindicatos y partidos políticos, veteranas de la Revolución.  

 No es hasta 1937, que Lázaro Cárdenas envió una iniciativa a la Cámara de Senadores para que las mujeres pudieran obtener la ciudadanía y así el voto.  

Las mujeres del FUPDM se movilizaron: organizaron mítines, manifestaciones, conferencias, incluso llegaron a amenazar con quemar el Palacio Nacional e iniciaron una huelga de hambre frente a la casa del presidente Cárdenas. 

Ante esta presión, en agosto de 1937, en palabras del mismo Cárdenas: “En México el hombre y la mujer adolecen paralelamente de las mismas deficiencias de preparación, de educación y de cultura”, así que Cárdenas promete enviar al Congreso una iniciativa de ley para reformar el artículo 34 constitucional.  

Cárdenas expuso ante el congreso la idea de que el voto debía otorgarse a las mujeres para que éstas ocuparan un plano de igualdad con los hombres, lugar que se habían ganado por su participación en las actividades del país. La iniciativa se aprobó de inmediato por unanimidad, para diciembre de 1937 se envió a las Legislaturas de los estados donde se aceptó en septiembre de 1938, marcando así este evento como el primer paso para que las mujeres obtuvieran la ciudadanía.  

Sin embargo, en la última fase del proceso legislativo, faltando sólo la declaratoria correspondiente a la Reforma Constitucional y la publicación al Diario Oficial, Manuel Ávila Camacho, detiene el trámite que les otorgaría a las mujeres el derecho al voto, dejando a la iniciativa en el aire por lo que serían años. Durante los siguientes años valientes mujeres publicaron artículos en los que se mostraba su decepción. 

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LAS MUJERES EN LAS VOTACIONES MUNICIPALES  

A partir de los años cuarenta, el movimiento en lugar de consolidar su fuerza con las bases y de reforzar la movilización social, se apoyó en las autoridades, principalmente en la figura política más fuerte del país, el presidente, a la espera de que este hiciera suya la demanda del voto. 

En 1946, el entonces presidente, Miguel Alemán, retoma esta solicitud aprobando una iniciativa para que el artículo 115 constitucional estableciera la participación de las mujeres en las elecciones municipales, en igualdad de condiciones que los hombres, ya que decía que quería construir un México moderno en el que era preciso igualar a los hombres y mujeres ya que el modelo de modernidad así lo exigía.

Dicha petición entró en vigor el 12 de febrero de 1947, para que el 17 de febrero del mismo año se publicara en el Diario Oficial, la reforma del artículo 115 de la Constitución: presentando así una imagen democrática del país con un sistema fortalecido y equitativo. Sin embargo, eso no era lo que se estaba buscando, lo que se quería lograr era el voto y participación en las elecciones federales. 

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LA CONSOLIDACIÓN DEL VOTO DE LA MUJER EN MÉXICO  

El 6 de abril de 1952, más de 20 mil mujeres se congregaron en el Parque 18 de marzo de la Ciudad de México para demandar lo que les había sido prometido, por el entonces presidente, Adolfo Ruíz Cortínez. Las mujeres mexicanas querían ver plasmado en la Constitución el derecho a votar y ser electas.  

Pero, le toma a Ruiz Cortínez hasta el 17 de octubre de 1953 cumplir con su promesa y promulgar las reformas constitucionales que otorgarían el voto a las mujeres en el ámbito federal: publicando en el Diario Oficial de la Nación, la adición al artículo 34 constitucional, que dice:

“Son ciudadanos de la República los varones y las mujeres que, teniendo la calidad de mexicanos, reúnan, además, los siguientes requisitos: haber cumplido 18 años, siendo casado, o 21 si no lo son, y tener un modo honesto de vivir” 

Con la consolidación del voto, se daba respuesta de alguna manera a la inconformidad de las mujeres y, al mismo tiempo, no afectaba al sistema pues ellas seguirían bajo el control político e ideológico del partido oficial. 

Era un sábado de viento fresco y cielo azul, de nubes aborregadas y sol brillante cuando finalmente, el 3 de Julio de 1955 las mujeres por primera vez acuden a las urnas a elegir diputados federales. Este hecho implicó uno de los mayores reconocimientos de derechos de las mujeres en nuestro país y a la consolidación de la democratización del país.  

Con el reconocimiento de los derechos políticos a las mujeres, se atrajo un mayor número de votantes y, de esta manera, el gobierno creó una plataforma de apoyo para la consolidación del sistema y la legitimación de su poder. 

Fue así como las mujeres mexicanas, después de una ardua lucha, obtuvieron el derecho a votar y ser consideradas como ciudadanas. Es importante destacar que, México fue el último país de Latinoamérica en consolidar este derecho. 

La participación femenina en la vida política del país ha contribuido a la consolidación de la democracia; su presencia en ámbitos de toma de decisiones, tanto públicos como privados, es condicionante del mejoramiento de los niveles de vida sociales y económicos, en el proceso general de desarrollo de las a favor de la igualdad y la equidad de género  

¿Cuéntanos, habías escuchado de toda la lucha que hubo para que las mujeres mexicanas pudieran tener acceso al voto y una participación política en el país?  

Escrito por: Elisabet Raquel Jiménez Dávila

El 3 de julio de 1955 las mujeres pudieron votar por primera vez en México

El día de la mujer

https://www.cndh.org.mx/noticia/primera-vez-que-la-mujer-vota-en-mexico