#hoysupe del perro de las dos tortas.
Todos hemos dicho esta frase como advertencia para no querer abarcar más de lo que podemos tener.
Resulta que esta frase tiene sus orígenes en una fábula de Esopo que decía más o menos así:
“Vadeaba un perro un río llevando en su hocico un sabroso pedazo de carne. Vio su propio reflejo en el agua del río y creyó que aquel reflejo era en realidad otro perro que llevaba un trozo de carne mayor que el suyo.
Y deseando adueñarse del pedazo ajeno, soltó el suyo para arrebatar el trozo a su supuesto compadre.
Pero el resultado fue que se quedó sin el propio y sin el ajeno: éste porque no existía ya que sólo era un reflejo; y al verdadero se lo llevó la corriente.
Nunca codicies el bien ajeno, pues puedes perder lo que ya has adquirido con tu esfuerzo”.
Lo intrigante de esta mini-historia es que pasó de ser una enseñanza para no desear lo ajeno a una invitación para no abarcar mas de lo que podemos.
Y pienso que la última adaptación la hizo el Chavo del Ocho, ya que de ser un pedazo de carne pasó a ser una deliciosa torta, tal vez de jamón.
Tal vez así fue =)