#hoysupe de Diana de Gales, una #mujerhistorica que trascendió desde la realeza con su simpatía y sencillez que la instalaron como la Princesa del Pueblo.
Aunque su historia pareciera un cuento de hadas desde su boda cuando usó el vestido de novia con la cola más larga hasta entonces, Diana vivió un matrimonio de sufrimiento marcado por las infidelidades y la lejanía con su esposo, el príncipe Carlos. Al punto de sufrir de bulimia, anorexia y autolesiones; como ella misma confesó.
Conocida por romper en muchas veces con el protocolo que exige la realeza británica. Como cuando se negó a prometer obediencia en sus votos nupciales, o también por amamantar a sus hijos, algo que no se había hecho antes en la historia de la realeza.
Pero su legado se enriqueció por su apoyo en obras humanitarias: «Una de las cosas que nuestra madre nos enseñó fue el valor que tiene hacer el bien cuando nadie está mirando. Visitaba los hospitales por la noche para consolar a los pacientes y pasaba horas escribiendo cartas para apoyar el trabajo ajeno. Logró mucho ante las cámaras, pero trabajó aún más duro cuando éstas se retiraban», recuerda el príncipe Harry, su hijo.
Este tipo de acciones hizo que su popularidad aumentara. Recordamos esa vez que visitó enfermos con Sida y les tendió la mano en una clara muestra de misericordia y simpatía, algo inusual en ese momento porque muchos creían que esa enfermedad se contagiaba con el contacto. Una foto de ese evento logró desestigmatizar la enfermedad.
O como cuando visitó Bosnia por su campaña contra las minas anti persona, ahí donde estuvo había un millón de minas mientras la princesa compartía tiempo con los afectados.
La grandeza de su corazón le exigía ayudar y siempre ayudar, a tal punto de subastar 79 de sus vestidos más emblemáticos. Esa vez recaudó 6 millones de dólares que beneficiaron a enfermos de SIDA y cáncer.
Lady Di, la Princesa del Pueblo, recibió un servicio fúnebre atípico, ya que al momento de su muerte no contaba con el título real porque lo había perdido en el divorcio, por lo que la casa real al ver las muestras de cariño de la gente, accedió a darle un homenaje único, para una persona única.
De ella sin duda podemos aprender muchas cosas, pero nos quedamos con la virtud de mantener un corazón tan fuerte para soportar el peso de nuestros sufrimientos y a la vez tan noble para nunca dejar de ayudar al necesitado.