Pieter Paul Rubens o traducido al español, Pedro Pablo Rubens, nacido en Siegen, Sacro Imperio Romano Germánico, actual Alemania el 28 de junio de 1577. Fue un pintor europeo, figura muy destacada del estilo barroco de la escuela flamenca.
¿Quién fue Pedro Pablo Rubens?
Pedro Pablo Rubens era un hombre creyente y espiritual, que pensaba que su pintura era inspirada por Dios mismo, poniéndose a sí mismo como un colaborador importante en el mensaje cristiano de la época.
El trabajo de Rubens, en casi toda su totalidad se podría dividir en 3 géneros: pintura religiosa, histórica y mitológica, pero, aunque su actividad se centró en la pintura, Rubens también realizó numerosos diseños para estampados, tapices, arquitectura, esculturas y objetos decorativos.
El pincel de Rubens es tan reconocido por ser decidido pero contrastado por la fineza y delicadeza de sus trazos, que llevan a una idea de ligereza y armonía; con esto Rubens busca plasmar un instante dentro de un suceso.
En distintas obras del artista podemos apreciar su amor por el campo y su profunda sintonía con la vitalidad y los ritmos de la naturaleza. Sus obras destacan por los contrastes de color, una gran riqueza cromática y juegos de luces y sombras. Haciendo de sus composiciones trabajos llenos de dinamismo, sensualidad y sensibilidad emocional. Esto simplemente fue una herramienta utilizada por Pedro Pablo Rubens con el objetivo de enaltecer su gran admiración por la Grecia Antigua.
En su abundante correspondencia, escrita fundamentalmente en italiano, pero también en francés, flamenco y latín, hay numerosas muestras de su excelente educación y del sesgo clasista y católico de su formación.
Un estilo muy característico dentro de las obras de Rubens fue pintar figuras de hombres muy musculosos, contrastado por rebosantes de carnalidad, las mujeres. Los generosos cuerpos de sus mujeres eran todo un placer para la vista en los palacios de media Europa. Si hay un aspecto del estilo de Rubens capaz de seguir generando debate en el siglo XXI, sin duda se trata de sus desnudos femeninos, con su aparente exaltación de la flacidez y de la celulitis, completamente alejada de los cánones de belleza actuales.
Rubens no se limitaba a escoger modelos voluminosas, sino que dotaba a su piel de un brillo perlado y una suavidad inconfundible.
Obra de Pedro Pablo Rubens
La facilidad con la que se movió durante toda su vida en los ambientes aristocráticos y cortesanos sin duda se vio facilitada por su educación.
Recibió educación en retórica y gramática en latín y griego. Esto se debía a que desde muy joven el artista presentó un innegable perfil intelectual. Para su adolescencia ya hablaba varios idiomas, como el francés, portugués e italiano.
Educado en un entorno humanista e inmerso en la mentalidad renacentista, marca su evidente admiración por la belleza de la Grecia antigua. El éxito que disfrutó Rubens durante su vida se debe tanto a la capacidad de su arte para expresar la nostalgia que sentían sus contemporáneos por la Antigüedad, como a su habilidad para ofrecer a sus colegas una imagen engrandecida de sí mismos, en un momento en el que los fundamentos de la cultura europea se estaban poniendo en duda
Uno de los profesores de pintura de Pedro Pablo Rubens, Otto Vaenius, le propuso que para crecer como artista debía viajar a Venecia, Italia. Para lo que, en 1600, Rubens zarpa a suelo italiano y estando allá su cuerpo se estremece con toda la belleza escultural y pictórica que residía en las ciudades y escuelas de Roma y Viena.
Descubre a los clásicos Tiziano y Tintoretto; pero sobre todo descubre a un nuevo y revolucionario pintor, Caravaggio, que lo encaminará por las sendas del barroco.
Rubens dedicó sus ocho años de estancia en la península italiana a estudiar el arte del pasado, especialmente la estatuaria griega y romana de los grandes maestros del renacimiento, como Rafael y Miguel Ángel
Obtuvo el cargo de pintor en la corte del Duque de Mantua y fue paje al servicio de la condesa Margarita de la Ligne d´Aremberg; esos y muchos otros encargos de familias reales fueron experiencias que le aportarían el conocimiento del protocolo cortesano, que serían de gran utilidad en sus posteriores viajes por Europa. Así que, desde los inicios de su carrera contó con el reconocimiento de los principales formadores pictóricos flamencos, la nobleza y la monarquía de la época
La fama de Pedro Pablo Rubens se extendió a todas las cortes europeas y recibió tantos encargos que tuvo que crear en su casa un gran taller, en el que él sólo realizaba el boceto inicial y los toques finales, mientras que sus aprendices se encargaban de las fases intermedias. Fue extremadamente disciplinado y prolífico, como pocos artistas en la historia, tiene 1403 cuadros verificados, y otros tantos que se produjeron bajo su supervisión en su taller. También al menos 16 obras perdidas.
Van Dyck, Rembrandt, Constable, Géricault, Fragonard, David, Goya, Manet, Renoir, Cézanne, Klimt, Morisot, Picasso… Son incontables los artistas que se inspiraron en su técnica. Delacroix fue, quizá, su discípulo tardío más aplicado
Pedro Pablo Rubens fue recordado por ser un hombre alto y de noble porte, su compañía era seductora, su temperamento afable, su conversación grata, un ingenio vivaz y penetrante, su manera de hablar tranquila y juiciosa, contrastada por un tono de voz agradable, lo que le hacía elocuente y persuasivo.
“Creo que el mundo puede ver otro Tiziano y otro Rafael, antes de ver otro Rubens” palabras escritas por el crítico de arte británico John Ruskin
Cuéntanos, ¿Qué opinas de la vida y obra de Rubens? ¿Ya habías oído de él y su legado?
Por: Elisabet R. Jiménez Dávila
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