Adolf Hitler nació el 20  de abril de 1889 en Braunau am Inn, Austria, para volverse a mi parecer, el humano más controvertido en la historia de la humanidad. Te platico…

Durante su infancia llegó a ser un buen alumno, pero fue a partir de su adolescencia donde comenzó a tener actos de rebeldía y mal desempeño académico; considero que la violencia, como parte de su educación, dieron pie a esta rebeldía y como inicio de su estructura mental para idear las atrocidades que hizo como adulto. 

Él siempre quiso ser un artista, pero su padre deseaba que fuera un agente aduanero, fomentando aún más sus diferencias con él, ya que se cree que no tuvo el apoyo de su padre. Fue después de su muerte y con el apoyo de su madre que en 1907 viaja por primera vez a Viena con la intención de entrar a la escuela de Bellas Artes siendo rechazado ese año como el siguiente por no contar con el talento deseado. 

Su gran medio de difusión fue la propaganda en carteles, concentraciones de masas con mucha simbología y una gran habilidad oratoria de convencimiento, ejercida mediante el uso de los medios de comunicación masivos de aquella época; cabe mencionar que cuando fue soldado para el ejército alemán, en la Primera Guerra Mundial, obtuvo medallas y  solo fue ascendido a cabo porque sus superiores no veían dotes de mando en él; siendo algo tan contradictorio para el atroz líder nazi en el que se convirtió. 

Podemos llegar a decir que Adolf Hitler fue un líder creativo para mal, ya que sus buenas habilidades no están en tela de juicio, el problema fue que tuvo el enfoque menos adecuado, llegando a violentar a toda la humanidad mediante el uso de sus habilidades y generando repudio hacia la misma, ya que podemos llegar a deducir que jamás se le educó con amor ni respeto por la forma de vivir su vida. 

Por eso, creo es bueno generar el pensamiento crítico, donde fomentemos el diálogo y alimentemos nuestra curiosidad, siempre y cuando la compartamos para así ampliar, cambiar, mejorar o deconstruir nuestra visión de la vida al compartirla con más personas y estar abierto a la crítica.  

Es aquí donde recuerdo al filósofo francés Michel Foucault con esta cita: “‘¿Ustedes creen que yo leo tanto para no cambiar de opinión?”.

Con esto los dejo y espero con mucho entusiasmo sus comentarios sobre este personaje que merece no ser olvidado, solo por el hecho de no repetir todo el mal que le hizo a la humanidad. 

 

Por Luis Manuel.