#hoysupe por qué dicen que el amor es una droga (parte 1)

El baño de la facultad de odontología, como cualquier otro baño, de cualquier otra facultad, estaba rayado hasta en la taza. Todas las vacaciones pintaban las puertas y limpiaban las paredes, pero siempre regresaba a estar lleno de jeroglíficos pues porque #VÁNDALAS.

Toda frase vulgar reaparecía, pero había una que también siempre regresaba: “El amor no existe, es una hormona llamada oxitocina”.

Aplausos de pie para la damita vándala que se empeñaba en escribirlo semestre tras semestre.

El amor es un tema al que todos nos hemos acercado, pero por increíble que parezca, la ciencia también está tras los pasos de Cupido. Su misterio parece llamar la atención de investigadores que se dedican a descubrir cuales son los cambios fisiológicos que se producen en el cuerpo humano en los distintos momentos de dicho fenómeno.

El amor como droga

El amor como droga

Hemos escuchado sus historias, desde Eros y Psyche, Tristan e Isolda, Romeo y Julieta, Marco Antonio y Cleopatra, Jean Paul Satre y Simon de Beauvoir, Frida y Diego. El amor nos ha acompañado de manera cotidiana en nuestras vidas… O al menos eso espero, people.

Los síntomas del amor son muuuy conocidos: cuando estamos enamorados se ponen rojos los cachetitos [aaw], las manos nos sudan [eew] y se acelera el corazón frente a la persona de nuestro agrado. Es interesante saber que también en el interior del cuerpo se producen respuestas químicas, resultados del proceso amoroso, lo que prueba que nuestras vidas sentimentales dependen enteramente de la bioquímica [boom].

1. Todo empieza por el deseo, y háganle como quieran.

Por medio del sistema nervioso, el hipotálamo – una glándula pequenuti en la base del cerebro – envía mensajes a diferentes sistemas del cuerpo ordenando a las glándulas suprarrenales que aumenten inmediatamente la producción de adrenalina y noradrenalina – transmisores que comunican entre sí a las células nerviosas y a éstas con otros órganos, las chismosas pues -.
La adrenalina incrementa la presión sanguínea, acelera el ritmo cardíaco y hace que respiremos más pesadamente. La alta presión sanguínea provoca el síntoma de las palmas sudorosas y de los cachetitos rojos; primeras fases del enamoramiento, mientras que la respiración más profunda lleva a oxigenar más el cuerpo, dándole más energía y provocando a veces una “sobredosis de oxígeno”, uno de esos momentos donde nos sentimos flotar. How freaking sweet.

El hecho de que haya niveles elevados de noradrenalina en el cuerpo provoca excitación y pues, te pone de buen humor. El deseo sexual responde primordialmente a la testosterona, la hormona “masculina”. Esta hormona es de vital importancia tanto en los hombres como en las mujeres. El cuerpo produce testosterona si nuestra mente conecta con la de otro en la sintonía del amorrrsh. Sale, Paulina.

No se pierdan la segunda y tercera parte, ¿dónde más? Aquí en Hoy Supe, donde somos pura miel.