#hoysupe cómo surgió el Síndrome de Estocolmo.
¿Sabías que la Bella y la Bestia es un ejemplo del Síndrome de Estocolmo? ¿Por qué? Bueno, te voy a platicar sobre este síndrome.

Este es un síndrome muy interesante y muy raro. Imagina que secuestran a un familiar tuyo, junto con otras personas, como parte de un robo o asalto. No sabes cómo están, ni quién los tiene, sólo sabes dónde están ¿y por qué? Pues el asaltante está pidiendo cosas y dinero a cambio de los rehenes. Pasan 2 semanas y media, y los policías al fin encuentran dónde están, así que intentan atrapar al sujeto.

Rehenes

Rehenes

Pero ¿qué crees? Los rehenes lo defienden y no dejan que los policías lo arresten. ¡Así es! Las víctimas defienden al abusador. ¡A la persona que los ha tenido encerrados por medio mes! Cuando logran rescatar a los rehenes, tu familiar entre ellos, le preguntas por qué defendió al asaltante, y te contesta: “¿sabes? Confiaba más en el secuestrador que en los policías. De hecho, me encantaría volver a verlo…” ¡¿Qué?! Pero ¿cómo? Bueno, esto se llama Síndrome de Estocolmo, cuando la víctima muestra afecto o cariño hacia el asaltante.

Normalmente se da cuando el asaltante muestra cierta empatía hacia el rehén, o también puede pasar por el instinto de supervivencia de ambos, es decir, como los dos quieren vivir “unen fuerzas”, y la víctima crea cierto vínculo con el abusador. Hubo un caso en 1974 en la que la víctima incluso se unió con el grupo ¡y se fue a asaltar con ellos!

La rehen que se hizo asaltante

La rehen que se hizo asaltante

El primer caso de este síndrome se dio en Estocolmo, Suecia el 23 de agosto de 1973. Jan Olsson asaltó un banco y secuestró a 4 personas, 3 mujeres y un hombre. Pero, como te imaginarás las rehenes intentaron defender al asaltante cuando los policías intentaron arrestarlo. Ni si quiera quisieron declarar frente al jurado. Fue un caso tan raro e interesante que Nils Bejerot, un criminólogo, tomo el caso y de ahí salió el término “Síndrome de Estocolmo”.

Una de las víctimas que no quisieron declarar

Una de las víctimas que no quisieron declarar

Estudios dicen que solo el 2% de las personas son propensas a sufrir este síndrome. Este tipo de casos se trata con psiquiatras, y con el tiempo se puede disminuir. Pero es muy difícil. Interesante, ¿no?