#hoysupe el origen de “Eureka”

Todos hemos vivido esa repentina iluminación sobre una solución que habíamos estado buscando, es como si el cielo nos otorgara respuestas mientras se escucha el himno de la Champions.

Y ¿que crees? Hay una palabra para esos momentos: “¡Eureka!”, que en griego significa “lo he descubierto”, y cuyo origen es atribuido a Arquímedes.

Arquímedes era famoso por ser un genio multiusos: era físico, matemático, astrónomo, inventor e ingeniero. Nació alrededor del año 287 a.C. en Siracusa, que es parte de la Sicilia italiana pero en ese tiempo era una ciudad griega.

Se dice que estudió en Alejandría para desarrollar el talento que mostró desde joven. Tuvo una carrera brillante que lo llevó a ser uno de los matemáticos más grandes de la historia.

Todo iba tranquilo hasta que un día, el tirano de Siracusa le puso un acertijo interesante: le encargó que le dijera si una de sus coronas era de oro puro o de una aleación con plata(que si era original o pirata, pues). De paso, los tiranos eran reyes que habían ascendido al poder sin merecerlo, a base de violencia extrema.

Arquímedes

Arquímedes

Arquímedes, aunque conocía el peso exacto del oro y de la plata, no lograba solucionar la tarea que le había sido asignada y hacerse pato no era opción, ya que el tirano lo tenía entre ceja y ceja.

El buen Arqui le estuvo dando vueltas y vueltas al asunto, sin conseguir la respuesta; y es que ¿cómo era posible conocer el volumen de un objeto tan irregular? Imposible.

Batalló tanto que hasta consideró fundir la corona. Opción que desechó de volada por obvias razones.

Hasta que un día, amigos, sucedió la magia. Justo cuando iba a bañarse.

Apenas se empezaba a meter en la bañera cuando se percató que el nivel del agua subía a medida que entraba su cuerpo. Ese fue el momento, la revelación, el nacimiento del término que nos tiene aquí: los números se hicieron claros y todas las fórmulas por fin tuvieron sentido. ¡El maestro había resuelto el enigma del tirano!

Fue tanta su emoción, que decidió que el mundo debía saberlo en el instante y de paso nos regaló la famosa palabra. Corrió desnudo por la calle gritándo: “¡EUREKA! ¡ EUREKA!”.

Y es que, no era para menos, por fin había encontrado la solución. Ahora podía saber de que estaba hecha la corona, ya que el volumen del agua desplazada era igual al volumen de la corona sumergida en ella; este dato, en conjunto con la densidad del oro y la plata, le permitió encontrar la respuesta.

Arquímedes salvó su cabeza, le resolvió la duda al rey, dejó un precedente importante en las ciencias y nos regaló el término “Eureka”, que hoy podemos usar para esos momentos de iluminación.

METIENDO GOL: Ya que estamos aquí, déjame contarte un poco de lo que sucede en estos procesos creativos.

Arquímedes ya había notado lo del agua en la bañera, lo veía a diario, pero no lo había relacionado a la solución matemática. Hasta que tuvo esa conexión espontánea.

Estas “epifanías” son muy comunes en invenciones tecnológicas, artes, publicidad y mucho más. Es como una magia para asociar ideas y es nada más y nada menos que la base de la creatividad. Es decir, es esa capacidad de unir elementos que parecieran no tener nada que ver para crear algo valioso.

De tal forma que entre más alimentemos nuestra mente con experiencias y conocimiento, más elementos tendrá ésta para conectar conceptos y crear nuevas realidades.

Y esto, queridos lectores, es una de las razones para las que existe #hoysupe =)