#hoysupe que la Coca-Cola es sagrada.
Y antes que me linchen por decir tal cosa de una bebida que puede llegar a ocasionar obesidad, diabetes y otro montón de achaques, permítanme platicarles que existe un lugar en el sureste de México donde es considerada así y forma parte de un rito religioso bastante interesante.
Es en la comunidad de San Juan Chamula, ubicado a 17 km. de San Cristóbal de las Casas, en los altos de Chiapas, donde se lleva a cabo esta tradición. La peculiaridad de esta iglesia se debe a que fue construida posterior a la conquista de los indígenas en ese lugar y no ha sufrido modificación.
Al llegar a la iglesia podrías pensar que nada ocurre y te parecerá una iglesia como cualquier otra, incluso pensarás que tal vez has visto otras más bonitas, pero ¡sorpresa, estás en Chamula!
Olvídate de tus prejuicios, costumbres, creencias, étc. Ellos viven su propia ideología, se rigen de acuerdo a la ley de sus usos y costumbres y sólo te quedará observar, respetar y aprender. Te impresionará su forma de vestir, su manera de comportarse, el sincretismo que viven, los pinos que rodean el pueblo, los olores intensos de las frutas en el mercado y un sinfín de cosas.
Todo sucede al cruzar las puertas de la iglesia, que es una combinación de catolicismo y creencias mayas, puedo decirles que lo que sentí ahí no lo he sentido en ningún otro lugar.
La iglesia por dentro no tiene bancas, encontrarás todos los santos recargados en las paredes de la iglesia pero al nivel del piso. El olor que te recibe es confuso, una mezcla de copal con un fuerte olor a pino, y se debe a que en todo el piso se encuentran regadas agujas de pino como si fuera una alfombra. De acuerdo a sus creencias lo utilizan para ahuyentar los malos espíritus.
Y aquí es donde viene a colación el tema de ésta publicación. En el piso podrás ver un grupo de mujeres o familias hincadas que van a rezar. Sólo se escuchan rezos en tzotzil -lengua de los chamulas- por todas partes y parecería que están en trance o algo así. Para su ritual deben llevar cinco elementos; el pox que es una bebida a base de maíz y alcohol, huevos, decenas de velas de diversos colores según el mal que los ataque, una gallina y Coca-Colas. Las velas se encienden y el pox y las cocas se colocan en el suelo junto a las velas.
También se hacen acompañar de un curandero, quien tiene la gallina durante el ritual. La gallina está quieta, siendo acariciada por el curandero, parecería que le dijera “tranquila, tranquila, ya casi acabamos”, enseguida empieza a barrer al interesado con ella en una forma de absorber todo lo negativo que trae consigo, ahora es la gallina quien carga con toda su pena, pero su curandero le pondrá fin a su mala carga cuando sus manos tuerzan en cuello de la gallinita y todo haya llegado a su fin.
Al finalizar el ritual, toman el pox y la Coca. Resulta que la Coca-Cola al ser gaseosa los hace eructar y ellos consideran que de esa forma expulsan todos los malos espíritus que los atacan.
Según estadísticas se calcula que en San Juan Chamula se consumen más de 100,000 Coca-Colas diarias, lo que equivale a tres por persona. Ahora entiendo el letrero de bienvenida al llegar al pueblo.
Algunos de los datos curiosos en este lugar, es que la cruz ya estaba antes de la llegada de los españoles y nada tiene que ver con la conquista religiosa que se dio en México, sino que se relaciona con la cruz Maya que explica que en el primer día de la humanidad las estrellas del cielo formaban una cruz.
En su iglesia veneran a San Juan Bautista y lo consideran superior a Cristo, de hecho la imagen de él se encuentra al mismo nivel del resto de los santos.
Por cierto, si llegan a visitar este lugar, deben ser muy cuidadosos ya que los chamulas tienen prohibido tomar fotos del interior de su iglesia o a las personas, hacerlo les podría costar que les quiten la cámara, pueden ser golpeados y metidos en su cárcel local. Ellos consideran que al tomarles fotografías les robas el alma, además que podría asustar a los santos ahí.
Sin duda Chiapas es uno de los lugares más bellos que he conocido, pero visitar San Juan Chamula es tener una experiencia de otra dimensión. Nunca duden en incluirlo en sus próximas vacaciones.
Y ahora con su permiso, necesito sacar unos malos espíritus. ¡Salud!