#hoysupe que los cacahuates japoneses no son de Japón

La historia comienza en 1932 cuando un japonés llamado Yoshigei Nakatani llegó a México para trabajar en una empresa que fabricaba botones.

Durante la Guerra, la fábrica cerró y Nakatani se vio forzado a encontrar otra forma de hacer dinero para poder mantener a su familia; la cual ya estaba un poco amplia para ese entonces, ya que tenía 6 hijos con su esposa Emma Ávila, de origen mexicano.

Fue entonces cuando Nakatani decidió poner en práctica algunos conocimientos que había adquirido como dulcero en Japón, ya que había sido aprendiz durante 5 años.

¿El resultado? Cacahuates cubiertos por un enharinado y sazonados con salsa de soya.

Los cacahuates japoneses

Los cacahuates japoneses

Cada día preparaba los cacahuates y salía a venderlos en un mercado famoso de la Ciudad de México, llamado La Merced. Las personas, encantadas al consumir estos deliciosos cacahuates, que eran producidos por un japonés, comenzaron a llamarlos cacahuates japoneses.

A raíz de su éxito, comenzó a vender los cacahuates al mayoreo, lo cual hizo durante 20 años en La Merced y en la Central de Abastos de la Ciudad de México, para que en 1975 se consolidara como empresa, registrada bajo el nombre de Nipón.

Fue tanto su éxito, que otras empresas también comenzaron a comercializar este producto. Algo así como la piratería cacahuatera.

En resumen, el cacahuate japonés fue inventado en México por un japonés llamado Yoshigei Nakatani y yo tengo muchas ganas de comer unos con limón y chamoy.