“El fin de la creación literaria es iluminar el corazón de todos los hombres, en los que tienen de meramente humano”
Hoy es el aniversario del natalicio de Alfonso Reyes. Ensayista, poeta, diplomático y pensador mexicano. Borges lo catalogó como “el mejor prosista de lengua española en cualquier época” y “sobre todo le subyugaba el refinado y seductor estilo literario del escritor mexicano”.
Nació el 17 de mayo de 1889. Y una historia como la de Reyes no podía estar exenta de sorpresas, pues ¡fue el noveno de doce hijos! Aunque inició sus estudios en Monterrey, se trasladó a la Ciudad de México para estudiar en la Escuela Nacional Preparatoria. Finalmente estudió en la Escuela Nacional de Jurisprudencia, hoy la Facultad de Derecho de la UNAM.
¿Qué hacen los jóvenes a los veinte años? Reyes fundó en 1909, junto a José Vasconcelos y Antonio Caso, el Ateneo de la Juventud. Era un movimiento intelectual para discutir a los grandes clásicos griegos como Platón, Homero, Sófocles, Esquilo. Se encargaban de difundir la literatura y la filosofía en un México gobernado por la ciencia. Fue una importancia crucial para el inicio de la Revolución mexicana.
En 1912 fue nombrado, con la edad de 23 años, secretario de la Escuela Nacional de Altos Estudios, hoy la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Aunque lo hizo por un tiempo muy breve, pues se exilió en España a causa de la Revolución. Fue en su estancia en Europa donde logró escribir una de sus obras más importantes: Visión de Anáhuac.
Fue embajador de nuestro país en países como Brasil y Argentina. En este último, dejó admirado a un joven escritor argentino, un tal Jorge Luis Borges. Fue nombrado doctor honoris causa por la Universidad de Princeton, la Universidad de la Habana, la Universidad de París y la Universidad de California en Berkeley.
Además, como si algo le faltara por hacer, fundó el Colegio Nacional y fue director de la Academia Mexicana de la Lengua.
Si todo lo anterior no es suficiente para recordarlo, fue candidato no una, ni dos, sino a ¡cinco veces consecutivas al Nobel de Literatura! ¿El problema? El nacionalismo mexicano era muy fuerte en esas épocas, y aunque la UNAM, la Universidad de Cuenca, Brasil y Ecuador apoyaban a Reyes, no se lo dieron porque hablaba mucho de los griegos pero no de los mexicas.
En conclusión, Alfonso Reyes fue de los últimos humanistas que ha tenido nuestro país. Hay que celebrarlo como a él le hubiera gustado: leyendo y difundiendo la cultura.
¿Has leído algo sobre él?
Por Yared Domínguez.