#hoysupe que Nerón inventó el helado

La tarde de hoy era insoportable: parecía que la ciudad se consumía lenta y mortalmente al ritmo del fuego que la incendiaba. Monterrey era lo más cercano a ciudades como Troya y Roma.

Tal vez exageré un poquillo, pues.

El caso es que que había tanto calor, que a la hora de la comida fui con los del trabajo a comprar un helado de chocolate.

Estaba tan deliciosa la nieve, que no pude imaginar que tuviera otro origen sino alguno místico, de esos exclusivos de los grandes de la historia.

Y sí, efectivamente.

El helado y Nerón

El helado y Nerón

Rastreando el origen del helado y después de hacer una exhaustiva investigación tanto en las letras como en el terreno de la degustación, llegué hasta Nerón, ese famoso emperador romano del que se saben algunas cosas como estas:

  • Ascendió al poder a los 16 años.
  • Fue educado por el filósofo Séneca.
  • Inició bien su mandato y luego… luego se creyó político mexicano.
  • Asesinó a su madre y a su esposa, a esta última para tener otra mujer.
  • Era súper megalómano (¿alguien dijo Heil Hitler?).
  • Se cree que incendió Roma en el 64 d.C., y que mientras ésta ardía, el cuate estaba bien prendido con la música. Y digo que se cree, porque es imposible saberlo, ya que muchos de los documentos de esa época se perdieron y los que quedaron son puestos en tela de juicio. De hecho, en uno de los libros que tengo, se menciona que en realidad Nerón se encontraba a 56km en su residencia de mar, y que apenas se enteró, él mismo se encargó de ver solucionado el problema. En fin, esta historia da para una investigada más a fondo, con su respectiva nieve.
  • También era melómano, al punto que cuanto ya estaba moribundo dijo de sí mismo: “¡Que artista pierde el mundo conmigo!”… Loco y todo, Nerón tocaba varios instrumentos y cantaba bien.
  • Y lo que nos tiene aquí, fue el primero en introducir oficialmente el helado en un banquete. El cual consistía en nieve traíada de las montañas por los esclavos, la cual mezclaban con fruta, jugo y/o miel, para así dar inicio a una de las cosas más ricas en la historia de la humanidad.

La próxima vez que estés comiendo algo delicioso, pregúntate sobre su origen. Tal vez más tarde te encuentres disfrutando un buen pedazo de historia.

¡Buon appetito!