No estaba muerta, andaba de parranda. He vuelto con una historia de miedo, y es que ha llegado la fecha para celebrar una de las tradiciones que mas gustan a los extranjeros y que nos ha dado fama mundial.

Sí, estoy hablando del día de muertos. Pero ¿sabías que los inicios del pan de muerto están directamente relacionados con los sacrificios humanos? ¿No? Pues resulta que nuestros compatriotas eran muy dados a ofrendar a sus dioses, y una de esas ofrendas era la de extraer el corazón latiente de una damisela; después, quien oficiaba tal evento mordía el ensangrentado órgano en agradecimiento al dios.

Salvaje ¿no? Pues lo mismo pensaron los españoles cuando llegaron en la época que ahora conocemos como conquista. Esto obviamente estaba en contra de la religión que impondrían y prohibieron tal práctica. Pero, como para no verse tan abusivos, decidieron elaborar un pan a base de trigo, el cual tenía forma de corazón, bañado de azúcar y de color rojo, simulando la sangre, en lugar de la violenta tradición.

Pan de muerto

Pan de muerto

 

Actualmente el pan de muerto tiene un círculo en la parte central, representando un cráneo; y las cuatro canillas, los huesos del muerto; son cuatro porque simbolizan los cuatro rumbos del nahualli o universo, una versión de los 4 puntos cardinales.Hoy en día existen muchísimos tipos de pan de muerto: con chispas de chocolate, cajeta y si nos vamos al extremo, hasta con nutella.

Tal vez nunca podamos saber con exactitud si así fueron los inicios del pan muerto, lo que sí podemos hacer es continuar con esta bonita actitud de recordar a los seres queridos que se nos han ido de este mundo y celebrar que estuvieron con nosotros con un rico pan de muerto. Porque, qué mejor forma de festejar que comiendo. ¡A comer pan de muerto se ha dicho!