#hoysupe por qué nuestro planeta se llama Tierra.
¿La Tierra se llama así por la diosa Terra o simplemente por la tierra debajo de nuestros pies?
Empecemos por saber que el organismo que bautiza los planetas es la International Astronomical Union (IAU), cuyos miembros son astrónomos profesionales de todas partes del mundo.
Estos cuates le ponen nombre a todo lo del espacio, y los nombres que asignaron a los planetas están basados en la mitología latina: el planeta más grande se llama Júpiter como el mero mero de sus dioses; Marte, el planeta rojo, se llama así por el dios de la guerra; Mercurio, un planeta que gira alrededor del sol en solo 88 días, se llama así como el rápido mensajero de los dioses; el planeta más brillante, se llama como la diosa del amor y la belleza, Venus.
Estos nombres son de la mitología latina o de los romanos, quienes tomaron prestado todo el rollo de los griegos. De tal forma que Júpiter es el equivalente a Zeus, Venus a Afrodita, Marte a Ares, Mercurio a Hermes y Neptuno a Poseidón.
¿Y la Tierra?
Lo lógico sería pensar que la Tierra hereda su nombre de la diosa Terra o Tellus, equivalente a Gea o Gaia en la cultura griega.
Ésta era una diosa madre, de las principales en el inicio de la mitología. Surgió solita a partir del Caos, que era el estado anterior al de los dioses, lo primerito pues.
Terra tuvo varios hijos importantes: como Urano, el cielo; Ponto, el mar; Cronos, el tiempo y otros más.
Pero no, parece que el nombre no viene por ahí.
Citando literalmente a la NASA, “la Tierra (Earth) es el único planeta que no tiene su nombre de la mitología griega/romana. El nombre deriva del inglés antiguo y germánico”.
Resulta que el nombre de nuestro planeta (Earth en inglés) viene de la palabra germana erde, que significa suelo. Que a su vez (viajando para atrás en el tiempo) deriva de erthō, una palabra súper antigua que también se refiere al suelo. Y así si nos vamos para atrás y para atrás encontraremos siempre un término parecido que dio lugar a otro. Y de ahí es que surgieron los nombres para las diosas en las diferentes mitologías, como Erda que es una diosa nórdica.
En resumen, la Tierra no se llama así por Terra, ni por Erda, sino que hereda su nombre del concepto del suelo, de la tierra, eso que está debajo de nuestros pies.
Y es lógico, ya que se le empezó a nombrar así hace muchísimo tiempo, cuando todavía no teníamos idea de los planetas y las mitologías aún se estaba gestando.
Así es, esta onda parecía tener una respuesta mística y elaborada, pero al final fue muy simple. Lo cual me recordó a la navaja de Ockham: la hipótesis más sencilla suele ser la buena.